Abril supuso una vuelta de tuerca al escenario de incertidumbre que atenazan las bolsas desde comienzos de año. A la ya consabida presión que tanto el conflicto de Ucrania como la inflación han venido ejerciendo en los activos de riesgo, se sumó el debate sobre la sostenibilidad del crecimiento y si realmente estamos ante un escenario de estanflación (bajo crecimiento y elevada inflación). Siendo este posiblemente el peor escenario de medio plazo para la renta variable, no es de extrañar que la mayoría de los índices se comportara a la baja y mostrara revalorizaciones negativas en el mes de abril. En referencia a la inflación, aunque las materias primas atenuaron el ritmo de presión ejercido en la primera parte del año, los bancos centrales endurecieron su discurso y la Fed dejó entrever su predisposición para acelerar el ritmo de subidas a una pauta de 50 pb por reunión hasta antes del verano llegándose a hablar incluso de 75 pb. En ese sentido, el BCE cambió igualmente su discurso hacia una tolerancia cero con la inflación que sufre Europa y parece claro que subirá los tipos de interés en su próxima reunión de julio. Primera de las tres subidas que el mercado descuenta de aquí a final de año. Esto se trasladó a la renta fija, con unas tires al alza (y precios a la baja) llevando a un panorama complicado en términos de rentabilidad para los activos de riesgo.
En ese contexto, en Metavalor hemos seguido centrados en dar consistencia a las carteras para que estén alineadas con nuestro discurso. Ya venimos anticipando un menor crecimiento y nuestras posiciones recogen cierta defensa ante un entorno que, además de presionante en precios, seguirá recogiendo escenarios a la baja en crecimiento. El posicionamiento de los fondos, por la parte internacional, sigue centrado en tres temáticas: energía, commodities y alimentación. En España, las posiciones son más defensivas si cabe con una baja exposición a ciclo y con una sensibilidad reducida a tipos al alza y márgenes presionados por la inflación. Con estas circunstancias, nuestros fondos siguieron mostrando un comportamiento más que positivo, especialmente en Metavalor Internacional, con un performance positivo en el año y con un diferencial de doble dígito respecto al benchmark.
Detacamos también este mes el comportamiento de Metavalor Internacional que, en 2022, obtienen un diferencial del 12,5% frente al MSCI World TR, su índice de referencia. En la misma línea se comportó igualmente el plan de pensiones.
A más largo plazo Metavalor tiene rentabilidad positiva anualizada positiva a 10 (9% de rentabilidad anualizada), 15 y 25 años superando al índice en los tres plazos.