Noviembre nos dejó un mes, sorprendentemente en nuestra opinión, alcista con un rendimiento en las acciones superior al esperable teniendo en cuenta la situación tan complicada de mercado. Desde un punto de vista cuantitativo no se puede justificar un mal comportamiento, no en vano, los datos de inflación, actividad y confianza fueron todos mejor de lo esperado. Esto alentó las expectativas de unos inversores que claramente están posicionados a un ciclo de subidas de tipos corto y menos elevado de lo previsto. Con esta tesitura, los sesgos típicos del inversor cortoplacista emergieron con fuerza superando los temores a que la economía crezca menos, la inflación no haya hecho pico o que los beneficios empresariales sigan sin ver revisiones a la baja. Lógicamente en este escenario, nuestro posicionamiento no brilla como lo ha venido haciendo el resto del año y explica el peor performance de algunas de nuestras estrategias.
Otra cuestión que nos preocupa es el difuso mensaje que entendemos nos están dejando los bancos centrales. Por una parte, se esfuerzan en mantener su tono duro y agresivo hacia la inflación, pero en sus decisiones apreciamos signos de debilidad como muestra el hecho de que cada vez parece más que sus decisiones están orientadas a no impactar en los mercados financieros. Esto ya se deja notar tanto en las expectativas de tipos, se descuentan menores subidas que en meses precedentes, y de menor cuantía. De hecho, el mercado pone en precio bajadas de tipos incluso antes de acabar el año lo cual choca con ese mensaje que comentamos.
Finalmente, nos parece preocupante que mientras la probabilidad de una recesión económica tanto en Estados Unidos como en Europa se siguen moviendo al alza, los beneficios de las empresas se mantienen sólidos un aspecto que nos hace creer que hay un riesgo elevado de enfrentarnos a un derating en las compañías cotizadas ya que los múltiplos actuales no se sostendrían en base a las ganancias estimadas.
Nuestro posicionamiento sigue siendo muy cauto. Seguimos pensando que estar orientados a compañías excesivamente cíclicas o con riesgo de revisión en sus beneficios conlleva un riesgo que intentamos evitar. El posicionamiento de nuestras carteras sigue sin mostrar cambios y en la estrategia internacional reiteramos un mes más nuestra apuesta tanto por compañías ligadas a energía, principalmente E&P de crudo con muy buenos fundamentales, y a materias primas, esencialmente aquellas que están en la fase más incipiente de un ciclo positivo de oferta y demanda. En España, estamos más cautos si cabe con una estrategia orientada a compañías con baja deuda o sin apalancamiento, de calidad y con la convicción de que sus resultados van a responder a las expectativas que tenemos depositadas en ellas.
Fichas mensuales noviembre 2022
Es el segundo mes consecutivo en el que todos nuestros fondos en positivo en el periodo. Destacan entre ellos Metavalor Internacional, Meta Finanzas y Ahorro Pensiones 105, todos superando el 5% de rentabilidad. A más largo plazo Meta América USA I se acerca al 10% de rentabilidad anualizada a 3 años.